El CEO de la compañía acusa a los lobbies de querer eliminar a la pequeña y mediana empresa de su sector para volver a la situación de monopolio que existía antes de la liberalización del mercado de hidrocarburos
Ya ha pasado más de un mes desde que el pasado 1 de abril entrara en vigor el descuento en el precio de los carburantes. Una medida aprobada por el Gobierno pero que no ha sido del todo bien recibida por parte, sobre todo, de las pequeñas cadenas de gasolineras como Fast Fuel, quienes se están viendo obligadas a aportar un anticipo para ofrecer el descuento final a los clientes.
Ante esta situación, Marcos Tejada, CEO de la compañía, se ha visto obligado a alertar del daño para su cadena de franquicias, pequeños emprendedores que optaron por este modelo de negocio tras la liberalización del mercado, y para el sector en general. “Los ingresos de las pequeñas gasolineras ya se vieron muy reducidos durante la pandemia y, ahora que el sector se recuperaba, se han visto obligadas a acatar una financiación de la cual no disponen” ha afirmado.
Entre los daños más destacados que esta medida ha supuesto, la cadena se ha visto obligada a cambiar todo su sistema informático. “La medida entró en vigor sin un desarrollo normativo claro” añade. Hubo comunidades autónomas en las que la página de Hacienda no funcionó hasta dos semanas después, lo que para muchos afectados supuso no poder recibir el anticipo de forma tan inmediata como se propuso”.
La cadena no se encuentra en desacuerdo con la medida. La compañía manifiesta estar en desacuerdo con la forma en que se ha desarrollado. En su opinión, se han visto obligados a adelantar hasta cinco veces más los ingresos de los que puede generar el funcionamiento normal de una estación de servicio.
El controvertido adelanto del dinero:
Si bien el Gobierno anuncio el adelanto del dinero, Tejada afirma que “El Estado nos anticipó algo de dinero. El adelanto lo hacemos nosotros días a día, y ellos nos lo devolverán el mes siguiente. Además, añade que “Hay que tener en cuenta que ese ‘anticipo’ lo hacen en base a los ingresos medios anuales del 2021, y teniendo en cuenta que estábamos en pandemia y con restricciones donde no se podía viajar, esos ingresos no se corresponden con la realidad. De modo que esta devolución puede suponer el 70% de lo que nosotros nos vemos obligados a adelantar”.
El responsable de la cadena teme que este obligado endeudamiento al que el gobierno somete a las empresas del sector llevará a muchas de ellas al cierre, especialmente a las pymes y regentadas por autónomos, y también a muchas de las ubicadas en la España Vaciada. “Esto es un claro ejemplo de que los lobbies quieren eliminar a la pequeña y mediana empresa de su sector para volver a la situación de monopolio que existía antes de la liberalización del mercado de hidrocarburos” asegura Tejada.
Fast Fuel, que ya cuenta con doce estaciones de servicio en Madrid, Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Asturias, además de una en Portugal, observa con preocupación esta situación. En la mayor parte de los casos, sus franquiciados son pequeños autónomos que invirtieron sus ahorros y su capital en este sector y ahora ven como a costa de su endeudamiento afrontan unos gastos que no le competen. Ante esta situación “lo único que podemos hacer es recurrir a un préstamo personal o empresarial y pagar el interés bancario pertinente para poder afrontar el adelanto que nos exige el estado. El anticipo que nos ofreció para el mes de abril se agotó a mediados de mes y ahora tenemos hasta el 15 de mayo para presentar la documentación relativa a las ventas de abril, de modo que no recibiremos la liquidación hasta pasada esa fecha. Mientras tanto, tenemos que continuar adelantando el dinero para poder ofrecer los 20 céntimos de descuento, lo que seguirá generando problemas de liquidez, hasta que llegue un punto en el que la situación se vuelva insostenible” concluye Tejada.