España registró, en noviembre de 2020, 17.157 operaciones de compraventa de viviendas heredadas, la cifra más alta de los últimos 10 años; se espera que esta tendencia siga al alza durante 2021 debido a la evolución de la pandemia.
Los desacuerdos familiares, la falta de liquidez y el miedo a la ocupación ilegal son las principales causas que impulsan a las familias a vender de forma rápida la vivienda en herencia, según indican desde donpiso.
Cataluña y Madrid, las Comunidades más golpeadas por la pandemia, las que más viviendas heredadas han puesto al mercado, reflejando aumentos respecto noviembre del 2019 del 21% y 37% respectivamente.
La COVID-19 está trayendo consigo un drama a nivel sanitario, donde España acumula ya más de 60.000 muertes desde que dio inicio la pandemia. Esto ha supuesto un récord histórico por lo que respecta a las viviendas transmitidas mediante herencia, que en noviembre de 2020 alcanzó la cifra más alta de los últimos 10 años, 17.157 operaciones de esta tipología, un 20% más que el año anterior según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Creemos que esta tendencia seguirá en aumento durante este año debido a la evolución de la pandemia, lo que generará movimiento en el mercado inmobiliario y propiciará la posibilidad de negociar precios, pues las herencias acostumbran a traer desacuerdos familiares que terminan con la venta rápida de la vivienda como solución salomónica”, explica Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, que añade que, en muchas ocasiones, a los enfrentamientos familiares se suman otros factores como la falta de liquidez o el miedo a una ocupación ilegal de la vivienda heredada.
Este aumento de operaciones en herencia se ha concentrado en el tramo final de año en especial en las Comunidades Autónomas de Madrid y Cataluña, las comunidades más golpeadas por la pandemia como consecuencia de la densidad poblacional de sus principales ciudades. En este sentido, la Comunidad de Madrid ha puesto al mercado 2.296 viviendas en noviembre de 2020, lo que representa un 37% más respecto noviembre del año anterior. Cataluña, por su parte, ha incrementado en el mismo mes un 21% sus operaciones en tipología de herencia, situando en 3.051 las firmas según esta tipología, también la cifra más alta desde 2007.
“Esperábamos este fenómeno desde hace meses, pero las restricciones durante la pandemia, donde los notarios estaban operativos solo para firmas urgentes, y la situación en que se encuentran muchas familias que han pospuesto la firma hasta contar con mejores condiciones económicas han retrasado el proceso, bloqueando operaciones que ahora se están poniendo de golpe al mercado”, afirma Emiliano Bermúdez. En el actual contexto, los gastos asociados a la aceptación de la herencia, en especial en comunidades como Cataluña con el impuesto de sucesiones, representan un esfuerzo económico muy elevado.
Ante este panorama, la solución de muchas familias es vender, aunque Bermúdez advierte: “Actualmente, también existen opciones dentro de las mismas inmobiliarias para financiar este tipo de operaciones, y desde el sector estamos haciendo buenas propuestas comerciales para minimizar riesgos y aportar confort a las familias en un momento tan doloroso”.