En los últimos años venimos asistiendo a una gran cantidad de nuevas normas que convierten cada empresa o negocio en un ministerio lleno de burocracia y costes nuevos añadidos que sin duda ponen más difícil la dura labor de sacar adelante los resultados anuales.
Así se deben sentir las empresas en general y las de más de 50 empleados en particular, lo que indica que no interesa sobrepasar ese tamaño, por cierto, muy obsoleto, ya que en Europa son de más empleados que aquí lasque entran en esa misma categoría.
A la multitud de nuevas normas laborales algunas bastante insultantes hay que añadir las reducciones de jornadas, la baja productividad y las cifras más altas de la historia en bajas laborales, así como ampliaciones de permisos lo que dificulta la gestión interna de las mismas y complican el poder dar un servicio excelente a los clientes.
A pesar de todas estas nuevas complicaciones las empresas resisten y tratan de sobrevivir como un barco entre tormentas.
Una vuelta de tuerca más es la nueva ley del colectivo LGTBI con permisos extras y formación para saber tratar a este grupo de personas como si el empresario no supiera que tratar bien al personal en general forma parte de sus responsabilidades si quiere que su empresa funcione.
En el otro lado de la balanza están los fondos europeos que no llegan a las pymes españolas pues el 80% de los mismos se han destinado al sector público y al otro 20% solo acceden las más grandes.
Un sector público que no da ejemplo de buena gestión,pues nuestro país está cada vez más endeudado demostrando una falta total de eficiencia en la gestión que sin embargo sí se les exige a las pymes.
Hay algunos datos preocupantes como los concursos de acreedores que crecen un +50,5% en abril, mientras se constituyen un 35% de nuevas empresas en un saldo claramente negativo que nada tiene que ver con el cohete de la economía española.
Y los costes laborales por bajas crecen un 74% desde 2018 siendo el tramo entre 36 y 50 años el más numeroso rompiendo así lo que algunos medios de comunicación achacan a la gente más mayor de edad que con los datos reales en la mano resulta una mentira más del deporte nacional que más se practica en los últimos tiempos por desgraciay que solo genera confusión.
En cuanto a innovación que es un dato muy importante España está ahora en el puesto 29 lo que tampoco nos ayuda a mejorar a nivel empresarial.
Otro ranking es el de libertad económica donde Madrid destaca claramente en nuestro país y donde Cataluña y Extremadura cierran la clasificación lo que demuestra grandes diferencias según comunidades autónomas.
En ventas por comercio electrónico España está mucho más alta que otros países de nuestro entorno como Francia, Italia o Portugal lo que debería hacernos reflexionar sobre las enormes trabas que le ponemos a las tiendas físicas que ahora con la reducción de jornada van a provocar la desaparición de muchas de ellas.
En 2023 la inversión extranjera cayó un 18,7% lo que demuestra que ya no se fían mucho de nosotros y de nuestra economía.
Y mientras sigue subiendo la presión fiscal tanto para empresas como para los empleados que ya lleganal 40% del PIB.
Algunos países como Malta, Chipre, Eslovenia o Chequia superan en renta a España lo que demuestra que vamos perdiendo posiciones.
Otro dato preocupante es que en España el 70% de la riqueza está en manos de la gente mayor de 60 años lo que indica que algo no estamos haciendo bien para que los jóvenes puedan progresar.
Así que con tantos datos oficiales que demuestran lo difícil que es hoy día mantener una pyme en España (el 98,7% del tejido empresarial) hay que felicitar a todas las supervivientes por saber navegar entre tantas tormentas y sin previo aviso ya que las normas van cayendo en cascada recibiendo una nueva sin haber podido todavía recuperarse de la anterior.
Normalmente cuando no se quiere a un sector como las pequeñas o medianas empresas solo puede esperarse algo negativo para todos.
Si se tratase mejor a los comerciantes, autónomos y pequeños empresarios nos iría mucho mejor a todos como sociedad, pero cuando se les trata como si fuesen delincuentes es imposible crear la atmósfera adecuada para progresar que debería basarse en el buen trato al equipo humano.
Si enseñas a un niño a respetar a todo el mundo no necesitas hacerle ver tantos grupos distintos de personas, simplemente respetará a todos.
-El que se ahoga no repara en lo que se agarra.
-El que siembra vientos recoge tempestades.
José Carrasco (blog: www.josecarrascolopez.com)
Autor del Libro: Cómo Gestionar para Perdurar.
Fundador de Azelera Formación y Fersay Electrónica (Mayo-2024).